Durante la discusión en torno a la aprobación del Código Electoral vigente, voces con conocimiento electoral, incluyendo el PIP, advertimos los peligros del mismo. Solo bastaron las primarias y las elecciones de 2020
para que quedaran al descubierto nuestras advertencias sobre el descalabro que le propiciaría a nuestro sistema electoral ese recién aprobado Código Electoral.
Uno de los temas que causaron la total desconfianza del pueblo fue la famosa unidad especial 77 de Javaa, donde se contabilizaron los votos adelantados y ausentes recibidos por correo, a domicilio y de confinados. En eventos anteriores, las solicitudes de voto adelantado eran relativamente pocas y se podían contar el mismo día de las elecciones. Sin embargo, el nuevo lenguaje contenido en el Código Electoral —aprobado
arbitrariamente por el PNP— propició un crecimiento desmedido de más de 230,000 votantes que utilizaron este método sin la fiscalización ni el personal necesario para darle legitimidad y transparencia al proceso.
Una comparación sencilla entre los poco menos de 1,100,000 que votaron de manera presencial en los colegios el día de las elecciones de 2020, y los más de 230,000 que lo hicieron de forma adelantada, muestra, sin duda alguna, cómo dicho mecanismo favoreció y aseguró la victoria del PNP en esas elecciones generales.
¿Qué factores ayudaron al PNP en el dominio del proceso del voto adelantado? Sencillo. En primer lugar, el Código Electoral amplió las categorías de voto adelantado sin proceso de fiscalización alguno. Segundo, la ausencia de un absoluto balance
electoral. Tercero, el destaque de personal de otras agencias de gobierno en asuntos político electorales en la CEE, sin lugar a dudas la zapata en la cual el PNP cimentó su maquinación con respecto a la ejecución del voto adelantado. ¡Cómo no dominar un proceso contenido en un Código Electoral maquinado y aprobado por el propio PNP! Iluso pensar que podía ser de otra manera.
Para los que aspiramos a unos resultados electorales puros y exentos de tretas, urge dar tres pasos esenciales.
Primero, restaurar la exigencia de las certificaciones médicas a las personas que aleguen falta de movilidad, así como el derecho a requerirles documentos fehacientes que muestren el cumplimiento con aquellos requisitos que aseguren que
tiene derecho a recibir el servicio.
Segundo, la unidad de Javaa tiene que ser reestructurada totalmente con la
participación de todos los partidos inscritos en absoluto balance electoral. El proceso de voto adelantado tiene que ser visto como un colegio enorme de más de 230,000 votos vivos, que en las próximas elecciones va a ser aún mayor y va a definir quién gana la contienda electoral. La legitimidad del proceso de 2024 está en un hilo y depende primordialmente de la presencia de todos los partidos en el proceso del voto adelantado.
Y, tercero, es imperativo limitar los destaques de personal de otras agencias de gobierno en la CEE. Aprovechando el uso ilimitado de este personal, el PNP —en control del gobierno—
reclutó 672 de 821 empleados, creando una desigualdad enorme con respecto a los otros partidos, tanto en las rutas de voto a domicilio previo al día de las elecciones como en el escrutinio general.
El jefe de cada agencia de gobierno lamentablemente responde al partido de turno facilitando el acceso de esa “mina de oro” que son sus empleados, a la maquinaria electoral de dicho partido. Si bien es cierto que la CEE no paga esos salarios, la realidad es que cobran de sus respectivas agencias, por lo cual se utilizan fondos públicos. Lo increíble es que ahora el PPD,
siendo mayoría legislativa, y luego de tanto pataleteo por el Código Electoral PNP, en su proyecto de enmiendas, en vez de haber aprendido y proponer regresar a la tradición previa a 2020 de establecer controles de un máximo de 40 a 50 destaques por partido, descaradamente plantea que en las próximas elecciones solo el PNP y PPD los tendrán con uso ilimitado.
Tan reciente como hace varios meses, un candidato para presidir el PNP en Guánica expresó cándidamente que la agencia gubernamental de DACO estaba a cargo de dicho evento. La artimaña para ganar continuará si no se frena en la ley electoral el uso desmedido de destaques.
A dos años de las próximas elecciones generales es evidente que para su supervivencia, la alianza PNP-PPD intenta mantener igual el andamiaje electoral.
Así lo demuestran los cambios cosméticos contenidos en el proyecto de enmiendas de la alianza bipartita. Tanto la fiscalización del voto adelantado, como la limitación de los destaques gubernamentales son temas fundamentales que tienen que ser atendidos con seriedad y transparencia.
Nuestro País merece y urge un gobierno limpio y transparente. No puede haber cabida para ganar con trampas.
https://www.elvocero.com/opinion/columnas/voto-adelantado-la-trampa-para-ganar/article_4b810040-f054-11ed-be84-a3bd42c56cab.html