Por el agua y nuestra vida
Denis Márquez Lebrón
Recientemente, se dio a la luz pública el documento “Recomendaciones del Comité de Expertos y Asesores sobre Cambio
Climático en Torno al Recurso Agua en Puerto Rico”. El informe destaca que el agua es un recurso vital para todas las formas de vida, un recurso móvil, limitado, de usos
múltiples, y renovable en calidad y cantidad. Expresan sus autores que, según la UNESCO, Puerto Rico ocupa el escalafón número 135 de 182 a nivel mundial con respecto a la disponibilidad de agua dulce por persona. Además, destacan que la capacidad de
almacenamiento de la mayoría de los embalses en nuestro país está seriamente comprometida por la sedimentación. La destrucción de 144 millones de árboles por el huracán María empeoró la situación.
Otro aspecto preocupante es que la AAA ha admitido que pierde alrededor del 60 % del agua que produce. El mismo
porcentaje de agua se pierde en los canales de riego de la AEE. Por otra parte, el DRNA declaró formalmente que el Acuífero del Sur está en “estado
crítico”.
El documento destaca que las proyecciones sobre la
disponibilidad de agua en el futuro cercano, tanto para la agricultura como para otras actividades que dependen del recurso, no son alentadoras. Los diversos efectos asociados con el cambio climático requieren que el gobierno, el sector privado, las comunidades, las organizaciones no gubernamentales, las universidades y la comunidad científica, pongan en marcha medidas urgentes para enfrentar los serios desafíos que presenta el manejo del recurso agua. El informe incluye 57 recomendaciones que
deben ser adoptadas de inmediato.
Por ello hemos radicado la Resolución Conjunta 487 para ordenar a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, a la Autoridad de Energía
Eléctrica, al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, al Departamento de Agricultura, a la Junta de Planificación y a la Oficina de Gerencia de Permisos del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, la adopción de todas y cada una de las recomendaciones contenidas en el referido informe.
Por el presente y el futuro de los recursos naturales, de la
agricultura, y de nuestra sociedad, tenemos que, como recomienda el Comité, poner en marcha cursos de acción puntuales, dirigidos a la conservación, protección y el uso eficiente del recurso agua.